Se trata del uno de los festivales budistas más antiguos e importantes de Sri Lanka. Dedicado al sagrado “diente de Buda”, se trata de conmemorar la primera enseñanza dada por Buda después de alcanzar la iluminación. El fin del festival trata de pedir a los dioses su bendición para la obtención de lluvias que puedan enriquecer las tierras y favorecer el cultivo de sus cosechas.
La realización del evento se da durante la luna llena de los meses Julio o Agosto en Kandy, siendo un periodo de 10 días en los que no existe la necesidad de coincidir todos los años en los mismos días.
Durante las festividades, se disfruta de distintos desfiles de músicos, bailarines, acróbatas y elefantes que se pasean por unas calles iluminadas por antorchas. El festival es la unión de los Perahera Esala y el Dalada. Se cree que el Esala Perahera se remonta al Siglo III a.C., mientras que el Dalada dio comienzo en el siglo IV a.C.
El Esala Perahera da comienzo con el Kappa, en el que se corta un árbol (Artocarpus Intergrifola) en cada uno de los Devales dedicados a los 3 dioses, Natha, Vishnu, Katharagama y la diosa Pattini.
Los primeros 5 días forman parte del Kumbal Perahera, en los que el festival goza de una mayor tranquilidad en sus procesiones, seguida del Randoli en los últimos 5, mucho más espectaculares, contando con la iluminación de las antorchas durante las procesiones nocturnas, en las que desfilan decenas de elefantes con sus cornacs, junto a música y bailarines vestidos con trajes de época.
Durante el festival, es obligatorio seguir unas normas básicas de convivencia en las que se debe vestir adecuadamente, y queda prohibido fumar y tomar alcohol en público. Es habitual ver las procesiones de pie, aunque existe también la opción previa negociación de disfrutar sentados en una silla que ofrecen en diversos negocios y en las que es necesario ir con antelación ya que al inicio de la procesión se cortan las calles.